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miércoles, 20 de febrero de 2013

EL VOTO: LA ESTRATEGICA FUNCIÓN DE UN DERECHO O EL DERECHO A EJERCERLO ESTRATEGICAMENTE (Parte II)



Por Víctor M. Oxley Ynsfrán


El sistema electoral paraguayo tiene la principal característica en que está basado en una única vuelta electoral y el ganador se define por mayoría relativa (simple).


En este tipo de sistemas es bien conocido el efecto que tienen los partidos menores en cuanto pueden jugar decisivamente a favor o en contra de ciertos fines comunes generales compartidos por todos ellos.


En las elecciones del año 2008, una alianza entre el partido liberal (PLRA) y un abanico de partidos y movimientos políticos con distintas ideologías, identificada como Alianza Patriótica para el Cambio (APC) derrotó en las urnas a una ANR autocrática, obsoleta y decadente.


Todos los integrantes de esta alianza, comprendieron a cabalidad su responsabilidad ciudadana histórica y en esa conciencia coordinaron sus acciones bajo el fin común de desplazar al otrora partido en el poder, logrando estratégicamente el objetivo.


El panorama electoral pintado en esta antesala a las generales de abril de 2013, bosqueja una variopinta de alternativas electorales. Son 12 los partidos dentro de 38 agrupaciones políticas habilitadas legalmente por el Tribunal Superior de Justicia Electoral para participar de los comicios, estos pujaran por captar las preferencias de los electores y así hacer efectivas sus metas electorales. Algunos grupos de entre este amasijo "ideológico" cuentan con mayor o menor porcentaje de votos, pero en general todos referencian cifras muy ínfimas en cuentas magras.


El conocido politólogo español Josep Colomer comenta que "la regla de la mayoría relativa es muy vulnerable a las estrategias de los perdedores"; las elecciones a una sola vuelta y definida por mayoría relativa -como la nuestra subrayamos- estimula los cursos de acción bajo la máxima conocida de "divide y vencerás", modificando sensiblemente el número de participantes con su consiguiente dispersión de votos, siendo así  "los perdedores de mayoría relativa pueden alterar el ganador [...] La regla de la mayoría relativa es más vulnerable a estas estrategias".  Como corolario del anterior axioma se puede afirmar -como bien acota Colomer- que los ganadores de mayoría relativa son altamente "dependientes de las alternativas irrelevantes".


Todos los partidos políticos buscan derrotar a la ANR - partido colorado, por lo que ese grupo político significa en la historia de este país, sus líderes han hegemonizado el poder por más de 60 años, y como lo han hecho y en resultados, no generan ninguna asociación positiva (en el sentido psicológico) en la ciudadanía en general.


Piense el elector ¿a quién beneficia la fragmentación de propuestas electorales con sus consiguientes candidatos propios? La respuesta la tiene en la punta de la lengua: la ANR. Al ser el sistema electoral paraguayo -volvemos a repetir a una sola vuelta y decidido por mayoría simple- pueden obtener una victoria con el solo caudal de votos "duros" propios. Esto por la dispersión de votos que podrían captar los partidos "sin chances reales" de ganar, y en esta acción desperdiciar votos que bien podrían sumar en la victoria del candidato con verdaderas chances de vencer al "enemigo" en común.


Atendiendo a las características del sistema político nuestro, el voto en blanco, nulo o la abstención no sirven de nada (tal vez en su conciencia lleve la sensación de victoria como símbolo de protesta por las negligencias en la ley y su consiguiente sistema de elección, pero ¿qué clase de victoria es la suya? es una victoria que se autodestruye a sí misma, es una victoria pírrica).


En el marco teórico de la politología se usa la palabra "spoiler" para connotar a un candidato sin chances reales de ganar una contienda electoral pero a la vez, su puja puede condicionar los resultados generales, pues al captar votos. dispersa con este efecto flujos importantes del electorado que bien podrían beneficiar a candidatos con posibilidades reales de vencer.


La palabra "spoiler" es una voz inglesa que busca connotar en el lenguaje politológico un tipo típico de candidato electoral. "Spoil" en inglés significa "estropear", "echar a perder", "malograr", de aquí que "spoiler" referencie al candidato que "estropea", "echa a perder" o "malogra", las posibilidades del candidato que en la realidad del estado de cosas tenía la mejor chance de victoria.


El voto es un deber ciudadano, tenemos la obligación de ejercerlo y jamás de delegarlo bajo ninguna circunstancia. Nuestro voto secreto esta fuera del alcance inmediato de las presiones o constricciones en el condicionamiento de su uso, más no significa ello que amparado en tal figura, podamos vestirnos con la impunidad de malgastarlo o desperdiciarlo, simulando haber elegido, o sencillamente abandonándonos en la voluntad "libertina" de no ejercerlo.


En la carrera presidencial, se tiene así, por un lado, a un partido colorado, desde la oposición llana, con un outsider "millonario" que logró modificar los estatutos partidarios para franquear la barrera de la militancia y así imponerse como su candidato; y por el otro, a un partido liberal, desde el poder, con un experimentado político de sus filas -con dilatada trayectoria en la gestión pública- como su aspirante oficial a encabezar la primera magistratura del país. ¿Qué chances reales, objetivamente hablando tienen los candidatos Mario Ferreiro, Aníbal Carrillo Iramain, Lino César Oviedo (sobrino del malogrado líder del UNACE), Miguel Carrizosa? solo por citar a los más conocidos. Nuestro voto vale oro, hagamos que sea útil, o ¿convertirá a su candidato en un "spoiler", estropeador y malogrador de un objetivo común? Sobradamente conoce los resultados del ejercicio del poder de un grupo que ha espoliado al país en estos últimos 70 años; votemos al candidato, que de antemano sabemos que está apoyado en fuertes bases; este candidato tiene el mismo objetivo que Ud. abortar llegue al poder el candidato presidencial del partido colorado. Evitemos volver a una situación de violencia y atropellos sin nombre, tanto mal ya han causado -los impresentables candidatos colorados- a este noble país.

martes, 19 de febrero de 2013

EL VOTO: LA ESTRATEGICA FUNCIÓN DE UN DERECHO O EL DERECHO A EJERCERLO ESTRATEGICAMENTE


                                                                                               Por Víctor M. Oxley Ynsfrán

El Paraguay esta connotado por un sistema político bipartidista, la historia desde sus hechos nos refleja la hegemonización por periodos, tanto del Partido Colorado (ANR) como del Partido Liberal (PLRA). Las elecciones pasadas del año 2008 han puesto el acento en ello y las que se vienen -estas del 2013- subrayaran enfáticamente aún más esta propiedad emergente como se puede anticipar por las características que la vienen condicionando.

Los partidos políticos, como organizaciones institucionales, desde sus orígenes, fueron creados para ser lo más efectivos posibles en lograr captar las preferencias del elector. Desde el momento en que sus campañas están planificadas con miras a atraer -por medios públicos de comunicación- votos, en ellas se valen de recursos económicos y psicológicos principalmente.

Así, lo que llamamos partidos políticos están apoyados por diferentes grupos que se relacionan de maneras distintas y en grados diferentes con tales nucleaciones. A grosso modo podemos decir, -y en sentido sociológico- que sus votantes están nominalmente referenciados por categorías como ser: la de los votantes "duros" y libres.

El voto "duro" es el clientelar, entendido directamente como el elector que está en condición de dependencia directa de un partido político, condición que hace que sus votos estén comprometidos con su mandante. El voto "libre", se puede decir, que es aquel, que sin presiones clientelares puede ejercer el elector por la simple opción de sus preferencias. Dada las definiciones anteriores, no quiere decir ni mucho menos que no exista voto "libre" dentro de la categoría de votantes "duros", y a la vez que dentro de los votantes "libres" se den relaciones que obliguen a estos a que sus votos sean capturados en la red de los "duros", pues sobradamente son conocidas que las estructuras de parentesco y las múltiples relaciones sociales de los individuos pueden causar tal conversión.

Ahora ¿cómo se calculan los votos "duros" de un partido político? Se puede decir que los afiliados de un partido político, habilitados para sufragar, al menos potencialmente son sus votos duros, pero en la realidad esto no es así, pues la suma total de estos nunca es cifra correspondiente a lo alcanzado en una elección (esto tiene sus muchas explicaciones). En la práctica se toma como votantes duros, a la cifra alcanzada por la lista de senadores de un partido político, pues esta se supone está conformada por los afiliados que lo han hecho debido a sus relaciones clientelares.

El voto es la piedra angular de los sistemas políticos con base democrática. La lucha por ampliarlo y de darle una propiedad lo más "inclusiva" posible fue (y sigue siendo) uno de los mayores logros de la ciudadanía política. Tan importante se consideran estos progresos, que el voto, hoy día, es en el mayor de los casos, el que legitima a las autoridades que ejercerán el poder de gobernar en los sistemas representativos con sus correspondientes instituciones.

Desde las premisas, líneas antes expresadas, el voto debe considerarse un deber ciudadano, obligatorio de ejercerlo y no debe de ser delegado bajo ninguna circunstancia. La condición de secreto -logro que se lo situase fuera del alcance inmediato de las presiones o constricciones en el condicionamiento de su uso- más no significa ello que amparado en tal figura, el ciudadano pueda arroparse de impunidad bajo el derecho inalienable de ejercerlo en malgastarlo o desperdiciarlo, simulando haber elegido, o sencillamente abandonandose en la voluntad "libertina" de no ejercerlo.

Las condiciones legales, que instituyan como propiedades, lo citado anteriormente -inclusividad, ampliaciones irrestrictivas, condiciones de seguridad basadas en la naturaleza secreta del sufragio y su obligatoriedad- determinan, entre otras cosas más, la calidad "formal" de un sistema político.

La ley electoral paraguaya, reguladora de la Constitución en sus postulados que hacen a la ciudadanía cívica-política, tiene reglas que lo regulan en el espacio-tiempo concreto dentro del territorio nacional. Esto pone de manifiesto el hecho, de que el "juego" democrático de postularse a cargos públicos y de elegir a quienes se prefiera, sean condicionados causalmente por sus efectos. Así las cosas. lo que no se hizo por mejorarlo (refiriéndonos claro al sistema político), queda como tarea pendiente a futuro, a la par nos sitúa, en la incomodidad de tener que ejercer la acción de elegir en condiciones que creemos no propician la suficiente calidad de un proceso.

Así las cosas, y de caras a la elecciones generales en la República del Paraguay de abril próximo, las reglas de juego han determinado quienes son los que se han postulado para ejercer el poder en el periodo constitucional venidero -en espera de las preferencias ciudadanas-.

Son 12 los partidos dentro de 38 agrupaciones políticas habilitadas legalmente por el Tribunal Superior de Justicia Electoral para participar de los comicios del 21 de abril próximo, estos pujaran por captar las preferencias de los electores y así hacer efectivas sus metas electorales plasmadas estas en la representación real desde una banca parlamentaria o junta departamental, o un lugar en el ejecutivo sea esta como presidente del país o gobernador departamental. Según datos del Tribunal Superior de Justicia Electoral, la ANR tiene en su nómina a 1.989.416 afiliados, en tanto que el PLRA, tiene 1.107.697 afiliados habilitados para votar. Decir que estas cifras determinan el éxito de uno u otro, de antemano es una falsa proposición, pues las varias elecciones pasadas pueden ilustrarlo. Además, es de público conocimiento, que estas nominas partidarias están plagadas de personas cuyos nombres y datos se repiten en otros padrones partidarios (entre estos los hay que fueron incluidos a voluntad y otros sin ella), así las cosas, la ANR cuenta con 710.705 personas en esta situación (doble o múltiple afiliación), y el PLRA con 497.259 ciudadanos de igual condición; se da el caso por ejemplo de ciudadanos en estas condiciones que han votado hasta el número de 11 veces en varias internas partidarias distintas para un mismo llamado eleccionario.

En la antesala de estas elecciones, ha saltado a luz, que el súper padrón de la ANR está conformado en alto grado por la inclusión involuntaria de muchas personas, cientos de estas han protestado públicamente esta ilícita práctica, pues han sido irreparablemente dañadas en esta maquiavélica acción.

La categoría de voto "duro" o clientelar, es el núcleo sobre el cual se edifica cuantitativamente hablando las posibilidades de éxito de una propuesta política electoral, En algunas condiciones, basta la sola existencia de estos en número tal, para alcanzar la victoria (ejemplo que puede cuadrarse son las elecciones comandadas desde la Junta de Gobierno de la ANR en la dictadura del Gral. Alfredo Stroessner). En condiciones democráticas, es decir cuando el poder está distribuido de manera a que ningún grupo se imponga en voluntad, el voto "libre" es la detonante del éxito.

Las elecciones a una sola vuelta, en su caso más llano como la nuestra, es el escenario en donde los actores políticos, -los partidos políticos y sus candidatos- intentan alcanzar el máximo de votos (con su consecuente mayor número de representantes) a través de procesos de interacción estratégica; o en su alternativa legal solidificar dinámicas de negociación -en forma de alianzas o coaliciones- que aseguren la eliminación de bajos niveles de incertidumbres en cuanto resultado electoral, minimizando los costos políticos y económicos. Las elecciones son el proceso por el cual, los partidos políticos buscan atraer al que vota "libre", es decir buscan captar para sí al elector que vota racionalmente de una manera estratégica.

Así, el estado actual del sistema real político en el Paraguay, impone a los ciudadanos tener que decidir con lo que tiene a mano, y lo que tiene a mano es el poder de su voto informado, el cual indefectiblemente debe darlo a algún candidato.

Debido a la obligatoriedad de votar, así lo imperatiza la Constitución nacional, puede el elector ir a los comicios, votar, y como medio de manifestar inconformidad frente a la oferta política, votar en blanco a la opción de abstenerse. Ahora, en qué medida esta opción genera resultados beneficiosos. Es constatable -a partir del mecanismo D´Hondt vigente en nuestro sistema electoral-  que los votos en blanco benefician a los partidos mayoritarios y perjudican a los minoritarios, pues estos votos se cuentan como emitido y válido; así valuados elevan el umbral de votos totalizados, y a consecuencia de ello, los partidos minoritarios pasan a ser suspendidos por un periodo electoral en las siguientes elecciones, por la razón de que su porcentaje de participación no alcanza el mínimo de lo estipulado en la ley, ya que los votos en blanco contabilizados como válidos lo han elevado. Además, el votar en blanco contribuye a que los partidos mayoritarios tengan una sobre representación en ausencia de minorías parlamentarios de otros grupos anulados por la emisión de votos en blanco.  Como se ve, esta práctica enfatiza la propiedad bipartidista del sistema electoral.

Otra opción, como posibilidad de voto es hacer que su opción sea nula (marcando como no es debido  el boletín por ejemplo o estropeándolo ex profeso), tal vez como protesta a que ninguno de los candidatos sea de su preferencia.  Ahora, ¿en qué medida los votos en blanco o nulo, podrían generar resultados beneficiosos a la ciudadanía en general? Como se vio líneas atrás, el voto en blanco baja el umbral de votos efectivos, y desde aquí, los partidos políticos con un caudal electoral "duro", cuanto más baja sea la participación "efectiva" (es decir votos con una opción preferencial dada a algún candidato), llevarán la sobre representación política, pues las reglas según el método D´Hondt les permitirá un oligopolio representacional. En cuanto a los votos nulos o la abstención no agregan nada más a lo que se da en la realidad, y los ciudadanos que han ejercido (u optado por este curso de acción) de esta manera su derecho, han aceptado de antemano ser súbditos incondicionales por 5 años de lo que otros han elegido, con su acto han delegado su obligación y voluntad ciudadana (lo mismo se puede atribuir a los votantes en blanco).

El elector debe abandonar los cursos de acción de votar en blanco, nulo o abstenerse, debe participar y de la mejor manera posible, debe hacer que valga efectivamente su voto, para ello debe votar estratégicamente, es decir, no debe desperdiciar su voto en candidatos que no tienen posibilidades de sacar el máximo de resultados posibles, es decir ganar la representación por mayoría simple. El elector mediante un voto informado, debe hacer su preferencia al mejor candidato por sus antecedentes, y así al votar por él, de con su acto "estratégico" legitimidad a esa preferencia en la suma total de todos los que optaron por obrar (aquellos que a través de un interés por emitir un voto informado y por el que tiene mejores opciones para ganar) como seguramente lo harán como él.

El padrón partidario del PLRA registraba para las elecciones generales del 2008 en el Paraguay 820.851 afiliados, pero es trivial decir que todos votaron por la APC (Alianza Patriótica para el Cambio) pues si así hubiese sido, sería igual o mayor a su total de empadronados. En las internas de diciembre de 2007 solo votaron 287.297 individuos (35%), y en las elecciones del 2003, la candidatura presidencial obtuvo 370.348 votos.  Cabe preguntarse entonces, de los 766.502 votos obtenidos por la APC .¿cuántos son votos liberales? Haciendo unos cálculos, tomando como auténticos votos que integran la estructura de la lista 6-APC, el total obtenido en la lista nacional de Senadores, es decir 507.413 votos, tenemos que del total de votos por la APC, quedarían 259.089 votos que integran el total no-liberal. Ahora si tomamos en cuenta que solo el 26,2% de los votos castiglionistas votarían por la APC (Según una encuesta hecha por COIN en marzo, el 46% iría para Lino Oviedo), obtenemos la cifra de 95.027; entonces si esta cifra restamos de los votos que se sumaron (los no-liberales) obtenemos la cifra de 164.062; y esta franja es la de los no-colorados y no-liberales; así dentro del método que se practica en este cálculo tenemos por deducción simple la estructura de votos de la APC.

El partido Unión Nacional de Ciudadanos Éticos (UNACE) obtuvo en las elecciones generales del 2008, para su candidatura presidencial la suma de 411.034 votos (el 21,93% del total), y el apoyo a su lista de Senadores constituyó el 17,98% del total (336.763 votos). Así también, en las generales del 2003 el UNACE para su presidenciable obtuvo la cifra de 208.391 votantes (el 13,47% del total), y para su lista de Senadores, en la misma elección obtuvo 211.078 votos (el 13,67% del total). El éxito electoral (significando claro -por "éxito"- su crecimiento representacional parlamentario) apunta en gran medida a los votos "reconducidos" hacia ellos del partido colorado (ANR).

Según Roberto Paredes [Paredes, Roberto (2008). Operación 33 – La versión de los protagonistas, Servilibro, Asunción] "la estrategia central de la campaña del Partido Colorado -en las generales del 2008- tenía un claro objetivo: alzarse con todos los votos "duros" del partido, calculado en más de 750.000, tomando como parámetro la cantidad de electores de la última interna".

En cuanto a sondeos estadísticos hechos al margen del oficialismo (en ese entonces la ANR en el poder)- la empresa COIN proyectó a finales del mes de febrero del 2008, un cuadro de situación con variables de participación, destacándose en ella la tendencia a que el triunfador sería la candidatura de la APC. "Los resultados fueron muy llamativos y de acuerdo con la percepción de los observadores y la gente común se ajustaba con precisión a lo que se daba en la realidad" -comenta el autor citado-.

Así, según Paredes -parafraseando la encuesta hecha por COIN-  "si la participación fuese baja, del 40% del total de los electores, los resultados serían los más ajustados a favor de los candidatos de la APC, pero a medida que el nivel de participación aumentaba, la diferencia se ampliaba hasta ubicarse en más de 15 puntos sobre Blanca Ovelar y más de 10 puntos sobre Lino César Oviedo.

En los resultados finales resultó que la ANR obtuvo el 30,63% del total escrutado, cifra que se referencia en los 573.995 votos obtenidos para su chapa presidencial.

El voto duro de la ANR constituyó el reflejado en el resultado alcanzado por su lista de Senadores, que constituyó el 27,23% del total para esas candidaturas y que referencian a la magra cifra de 509.907 votos (como se ve, Paredes fue muy optimista en su apreciación pues su cálculo del voto duro colorado esta errado en el orden de 240.093, tal vez porque no tuvo en cuenta que la tendencia en la ANR gira que votan más sus afiliados en las internas que en las generales).

Como se obtiene por deducción, sólo el 3,4% fue la capacidad de la ANR de captar votos no colorados para su chapa presidencial en las instancias electorales del 2008. Estos resultados cayeron dentro de la prospección científica-estadística hecha  por la empresa COIN según se corrobora hoy día.

El ultra conservadurismo derechoso del partido colorado (el grupo que apoya la candidatura de Horacio Cartes), constituye el 59,66% (497.250 votos) del total de participación de las internas coloradas, y el sector que apoyó a Javier Zacarías Irún terminó reflejado en la cifra de un 33,57% (279.745 votos).

En las elecciones generales del 2008, el partido colorado obtuvo una cifra participativa del orden del 30,63% para la candidatura de su presidenciable en el esquema total de participación electoral. En el 2003, ganando las elecciones generales su candidatura presidencial, alcanzó un 37,14% del total de participación. 

Conforme a los acontecimientos electorales sucedidos se tiene que el índice de participación en las internas coloradas del 2007 fue del 49,04% y con ello luego alcanzaron el 30,63% en las generales del país (un orden del 6,51% menos que en el 2003), ahora -nos referimos a las internas de diciembre del 2012- con una participación del orden del 45%, inferior a la anterior similar instancia. se estima que los resultados concretos que pudiera obtener la ANR en las elecciones generales del 2013 -en votos concretos- debe ser inferior al orden del 30% del total general de participantes (una deflación del orden menor o cercana al 6,51%), pues la tendencia histórica es un decrecimiento en su caudal electoral efectivo (que en el fondo es el voto duro o clientelar que lo han perdido con su desplazamiento de la estructura burocrática del Estado). 

Se puede agregar que en lo que respecta al Partido Liberal Radical Auténtico, en lo que atañe a Senadores, en las generales del 2008 obtuvo 2 senadores más con respecto a las generales del 2003 (es decir de 12 pasaron a 14); en lo que se refiere a Diputados, el PLRA ganó 7 más que en el 2003 (de 22 pasó a 29) y en lo que atañe a Gobernadores, el PLRA obtuvo 7 gobernaciones, es decir 2 más que en el 2003. Como se puede constatar, el constante retroceso en la ganancia de los cargos electivos por parte de la ANR partido colorado esta en involución, va cuesta abajo y en un orden cuasi causal.

En cuanto a lo que concierne a los juegos propios de la contienda electoral en estas generales del 2013-en cuanto declaraciones públicas difundidas en los diarios del país por Horacio Cartes presidenciable de la ANR-, y la manipulación psicológica de los electores, en cuanto la afirmación de que "PARAGUAY ALEGRE “estuvo en subasta, pero nadie la compró”, y a la par el comentario de que "el coloradismo está por recibir a miles de afiliados de otros partidos desilusionados de sus dirigentes", pidiendo a los colorados tenderles un “puente de oro” porque todos serán bienvenidos a su casa original; podemos decir, que jamás entro en subasta el cambio de integrantes de la chapa presidencial del proyecto Paraguay Alegre, pues fueron los oviedistas, a pedido de la mismísima viuda del malogrado Lino Oviedo, quien inicio las conversaciones de un pacto político con miras a franquear exitosamente las elecciones y así vencer al enemigo político en común la ANR; así, entendiendo bien las cosas, no hubo tal "subasta". En cuanto a que los oviedistas se integren a la propuesta colorada, está muy lejos de ser realidad por muchas razones que cualquiera intente enumerarlas, las encontrara a montones; además, se refleja en la expresión de Horacio Cartes un tanto desesperada en cuanto deseo profundo, la de evitar la fuga propia nuevamente de votos "duros" (no tan duros como se vio) de la ANR al UNACE y a la ALIANZA PARAGUAY ALEGRE (en base al electorado del PLRA) como ya sucedió en elecciones anteriores.

En la carrera presidencial, se tiene así, por un lado, a un partido colorado, desde la oposición llana, con un outsider "millonario" que logro modificar los estatutos partidarios para franquear la barrera de la militancia y así imponerse como su candidato; y por el otro, a un partido liberal, desde el poder, con un experimentado político de sus filas -con dilatada trayectoria en la gestión pública- como su aspirante oficial a encabezar la primera magistratura del país.

Que en la reflexión ciudadana no se excluyan los argumentos desarrollados líneas atrás, sino se pecaría de "irreal". Así el estado de cosas actual, estas elecciones generales de abril de 2013 en el Paraguay, podemos augurar, serán la de mayor participación en la historia, pues los intereses ciudadanos están en su mayor y peligroso juego.

Estas elecciones son las primeras en la historia de este país bipartidista, en la cual, los dos partidos más importantes competirán en paridad de fuerzas políticas, la ANR con su impresionante caudal electoral (en números magros por supuesto) y sus suficientes recursos económicos (de su principal accionista) pulseándose contra un PLRA, en alza política pujante, y lo que no es de menos, en la cúspide de su poder histórico, la Presidencia de la República del Paraguay.

El 21 de abril de 2013, los paraguayos tendrán la opción de elegir entre volver a un modelo de sociedad pasada de atraso e inequidades, exclusiones y decisiones delegativas; o elegir seguir adelante en la búsqueda de la concreción de una sociedad deseada, construida sobre la base de la pluralidad y la diversidad de intereses y fines ciudadanos, que sea inclusiva, participativa y deliberativa y mucho más justa.

sábado, 16 de febrero de 2013

TENDENCIAS EN LA PARTICIPACIÓN ELECTORAL DE CARAS A LAS GENERALES DEL 2013 EN LA REPÚBLICA DEL PARAGUAY



 Por Lic. Víctor M. Oxley Ynsfrán

El padrón partidario del PLRA registraba para las elecciones generales del 2008 en el Paraguay 820.851 afiliados, pero es trivial decir que todos votaron por la APC (Alianza Patriótica para el Cambio) pues si así hubiese sido, sería igual o mayor a su total de empadronados. En las internas de diciembre de 2007 solo votaron 287.297 individuos (35%), y en las elecciones del 2003, la candidatura presidencial obtuvo 370.348 votos.

Cabe preguntarse entonces, de los 766.502 votos obtenidos por la APC .¿cuántos son votos liberales?

Haciendo unos cálculos, tomando como auténticos votos que integran la estructura de la lista 6-APC, el total obtenido en la lista nacional de Senadores, es decir 507.413 votos, tenemos que del total de votos por la APC, quedarían 259.089 votos que integran el total no-liberal.

Ahora si tomamos en cuenta que solo el 26,2% de los votos castiglionistas votarían por la APC (Según una encuesta hecha por COIN en marzo, el 46% iría para Lino Oviedo), obtenemos la cifra de 95.027; entonces si esta cifra restamos de los votos que se sumaron (los no-liberales) obtenemos la cifra de 164.062; y esta franja es la de los no-colorados y no-liberales; así dentro del método que se practica en este cálculo tenemos por deducción simple la estructura de votos de la APC.

                    Gráfico 1:

ESTRUCTURA DE LOS VOTOS
SUB-TOTALES
PORCENTAJES
PLRA
507.413
66%
NO-PLRA NO ANR
164.062
22%
ANR
95.027
12%
TOTAL
766.502
100%


                          Gráfico 2:





El partido Unión Nacional de Ciudadanos Éticos (UNACE) obtuvo en las elecciones generales del 2008, para su candidatura presidencial la suma de 411.034 votos (el 21,93% del total), y el apoyo a su lista de Senadores constituyó el 17,98% del total (336.763 votos). Así también, en las generales del 2003 el UNACE para su presidenciable obtuvo la cifra de 208.391 votantes (el 13,47% del total), y para su lista de Senadores, en la misma elección obtuvo 211.078 votos (el 13,67% del total). El éxito electoral (significando claro -por "éxito"- su crecimiento representacional parlamentario) apunta en gran medida a los votos "reconducidos" hacia ellos del partido colorado (ANR).

Según Roberto Paredes [Paredes, Roberto (2008). Operación 33 – La versión de los protagonistas, Servilibro, Asunción] "la estrategia central de la campaña del Partido Colorado -en las generales del 2008- tenía un claro objetivo: alzarse con todos los votos "duros" del partido, calculado en más de 750.000, tomando como parámetro la cantidad de electores de la última interna".

En cuanto a sondeos estadísticos hechos al margen del oficialismo (en ese entonces la ANR en el poder)- la empresa COIN proyectó a finales del mes de febrero del 2008, un cuadro de situación con variables de participación, destacándose en ella la tendencia a que el triunfador sería la candidatura de la APC. "Los resultados fueron muy llamativos y de acuerdo con la percepción de los observadores y la gente común se ajustaba con precisión a lo que se daba en la realidad" -comenta el autor citado-.

       Gráfico 3: 


40%
50%
60%
70%
80%
APC
34,3
36,1
37,9
39,6
40,5
UNACE
28,8
29,6
29,7
29,9
30
ANR
32,4
29,3
26,9
24,4
23
PPQ
2,1
2,1
2,4
2,5
2,6
                                
                                          Gráfico 4:






 Así, según Paredes -parafraseando la encuesta hecha por COIN-  "si la participación fuese baja, del 40% del total de los electores, los resultados serían los más ajustados a favor de los candidatos de la APC, pero a medida que el nivel de participación aumentaba, la diferencia se ampliaba hasta ubicarse en más de 15 puntos sobre Blanca Ovelar y más de 10 puntos sobre Lino César Oviedo.

En los resultados finales resultó que la ANR obtuvo el 30,63% del total escrutado, cifra que se referencia en los 573.995 votos obtenidos para su chapa presidencial.

El voto duro de la ANR constituyó el reflejado en el resultado alcanzado por su lista de Senadores, que constituyó el 27,23% del total para esas candidaturas y que referencian a la magra cifra de 509.907 votos (como se ve, Paredes fue muy optimista en su apreciación pues su cálculo del voto duro colorado esta errado en el orden de 240.093, tal vez porque no tuvo en cuenta que la tendencia en la ANR gira que votan más sus afiliados en las internas que en las generales).

Como se obtiene por deducción, sólo el 3,4% fue la capacidad de la ANR de captar votos no colorados para su chapa presidencial en las instancias electorales del 2008. Estos resultados cayeron dentro de la prospección científica-estadística hecha  por la empresa COIN según se corrobora hoy día.

El ultra conservadurismo derechoso del partido colorado (el grupo que apoya la candidatura de Horacio Cartes), constituye el 59,66% (497.250 votos) del total de participación de las internas coloradas, y el sector que apoyó a Javier Zacarías Irún terminó reflejado en la cifra de un 33,57% (279.745 votos).

En las elecciones generales del 2008, el partido colorado obtuvo una cifra participativa del orden del 30,63% para la candidatura de su presidenciable en el esquema total de participación electoral. En el 2003, ganando las elecciones generales su candidatura presidencial, alcanzó un 37,14% del total de participación. 

Conforme a los acontecimientos electorales sucedidos se tiene que el índice de participación en las internas coloradas del 2007 fue del 49,04% y con ello luego alcanzaron el 30,63% en las generales del país (un orden del 6,51% menos que en el 2003), ahora -nos referimos a las internas de diciembre del 2012- con una participación del orden del 45%, inferior a la anterior similar instancia. se estima que los resultados concretos que pudiera obtener la ANR en las elecciones generales del 2013 -en votos concretos- debe ser inferior al orden del 30% del total general de participantes (una deflación del orden menor o cercana al 6,51%), pues la tendencia histórica es un decrecimiento en su caudal electoral efectivo (que en el fondo es el voto duro o clientelar que lo han perdido con su desplazamiento de la estructura burocrática del Estado). 

Se puede agregar que en lo que respecta al Partido Liberal Radical Auténtico, en lo que atañe a Senadores, en las generales del 2008 obtuvo 2 senadores más con respecto a las generales del 2003 (es decir de 12 pasaron a 14); en lo que se refiere a Diputados, el PLRA ganó 7 más que en el 2003 (de 22 pasó a 29) y en lo que atañe a Gobernadores, el PLRA obtuvo 7 gobernaciones, es decir 2 más que en el 2003. Como se puede constatar, el constante retroceso en la ganancia de los cargos electivos por parte de la ANR partido colorado esta en involución, va cuesta abajo y en un orden cuasi causal.

En cuanto a lo que concierne a los juegos propios de la contienda electoral en estas generales del 2013-en cuanto declaraciones públicas difundidas en los diarios del país por Horacio Cartes presidenciable de la ANR-, y la manipulación psicológica de los electores, en cuanto la afirmación de que "la dupla presidencial de la ALIANZA PARAGUAY ALEGRE “estuvo en subasta, pero nadie la compró”, y a la par el comentario de que "el coloradismo está por recibir a miles de afiliados de otros partidos desilusionados de sus dirigentes", pidiendo a los colorados tenderles un “puente de oro” porque todos serán bienvenidos a su casa original; podemos decir, que jamás entro en subasta el cambio de integrantes de la chapa presidencial del proyecto Paraguay Alegre, pues fueron los oviedistas, a pedido de la mismísima viuda del malogrado Lino Oviedo, quien inicio las conversaciones de un pacto político con miras a franquear exitosamente las elecciones y así vencer al enemigo político en común la ANR; así, entendiendo bien las cosas, no hubo tal "subasta". En cuanto a que los oviedistas se integren a la propuesta colorada, está muy lejos de ser realidad por muchas razones que cualquiera intente enumerarlas, las encontrara a montones; además, se refleja en la expresión de Horacio Cartes un tanto desesperada en cuanto deseo profundo, la de evitar la fuga propia nuevamente de votos "duros" (no tan duros como se vio) de la ANR al UNACE y a la ALIANZA PARAGUAY ALEGRE (en base al electorado del PLRA) como ya sucedió en elecciones anteriores.

Que en la reflexión ciudadana no se excluyan los argumentos desarrollados líneas atrás, sino se pecaría de "irreal". Así el estado de cosas actual, estas elecciones generales de abril de 2013 en el Paraguay, podemos augurar, serán la de mayor participación en la historia, pues los intereses ciudadanos están en su mayor y peligroso juego; estas elecciones son las primeras en la historia de este país bipartidista, en la cual, los dos partidos más importantes competirán en paridad de fuerzas políticas, la ANR con su impresionante caudal electoral (en números magros por supuesto) y sus suficientes recursos económicos (de su principal accionista) pulseándose contra un PLRA, en alza política pujante, y lo que no es de menos, en la cúspide de su poder histórico, la Presidencia de la República del Paraguay.