miércoles, 24 de julio de 2024

LA ANUMEROSIDAD UN PELIGRO MUY FUERTE PARA LA DEMOCRACIA

                                                                                      Por Victor M. Oxley

La comunicación, y el lenguaje como su instrumento, son fundamentales para el mantenimiento y buen funcionamiento de la democracia. En una democracia, los ciudadanos deben estar informados sobre los temas y políticas para participar de manera efectiva. La comunicación clara y accesible permite que las personas comprendan los asuntos públicos, las propuestas de política y los candidatos, facilitando una participación informada en el proceso democrático. La democracia se basa en el debate abierto y la deliberación. La capacidad para discutir y argumentar diferentes puntos de vista de manera constructiva es esencial para llegar a decisiones políticas equilibradas y representativas. La comunicación efectiva entre los funcionarios públicos y los ciudadanos es crucial para la transparencia y la rendición de cuentas. Los ciudadanos deben poder entender las decisiones del gobierno, los procesos y las justificaciones detrás de las políticas públicas.

El analfabetismo tiene un impacto significativo en la sociedad, y el precio que se paga socialmente es de los más altos.  El analfabetismo perpetúa la desigualdad y la pobreza. Las personas analfabetas tienen menos oportunidades de acceder a empleos bien remunerados, lo que las mantiene en un ciclo de pobreza. Las personas analfabetas tienen menos acceso a información sobre salud, prevención de enfermedades y servicios médicos. Esto puede resultar en tasas más altas de enfermedades prevenibles y mortalidad. La alfabetización es clave para la participación cívica y democrática. Una fuerza laboral con bajos niveles de alfabetización es menos productiva, lo que afecta negativamente el crecimiento económico. Las empresas también enfrentan mayores costos de capacitación y menor eficiencia. El analfabetismo limita el acceso a la cultura y a la educación continua, lo que afecta el desarrollo personal y profesional de los individuos y reduce el capital cultural de la sociedad en su conjunto. Los ciudadanos analfabetos tienen menos capacidad para comprender sus derechos y deberes, lo que limita su participación en la vida política y social del país.

Gran parte de los comunicados e informaciones que se dan y circulan en la sociedad, se dan por citarlos, por ejemplo, en que los gobiernos a menudo publican estadísticas sobre la tasa de desempleo, inflación, crecimiento del PIB, déficit fiscal y otros indicadores económicos. Así es común leer o escuchar por los medios expresiones tipo, “la tasa de desempleo en el país se redujo al 5% en el último trimestre", "la tasa de homicidios ha disminuido un 10% en el último año gracias a las nuevas políticas de seguridad", "el 85% de la población ha sido vacunada contra la gripe este año", "el 60% de los encuestados apoya la nueva propuesta de reforma educativa". Los candidatos políticos a menudo utilizan estadísticas para respaldar sus promesas y planes, así afirman "reduciremos la pobreza en un 20% en los próximos cuatro años", "desde la implementación de la política X, hemos visto una disminución del 15% en la pobreza infantil". Los profesionales o científicos suelen informar, por ejemplo, "el nuevo fármaco ha demostrado ser efectivo en el 90% de los pacientes con una reducción significativa de los síntomas", "la tasa de mortalidad por cáncer de mama ha disminuido un 25% en la última década", "fumar aumenta el riesgo de enfermedades cardíacas en un 50%", "el estudio encontró que el tratamiento experimental reduce los síntomas de la enfermedad en un 40% más que el tratamiento estándar", "las emisiones de CO2 han aumentado un 30% en los últimos 20 años", "el 70% de la población vive en áreas urbanas" etc.

La estadística es una de las áreas del conocimiento más importantes en la actualidad debido a su amplio rango de aplicaciones y su capacidad para transformar datos en información útil para la toma de decisiones. Las empresas utilizan análisis estadísticos para comprender el comportamiento del consumidor, optimizar operaciones y mejorar estrategias de marketing. Los gobiernos emplean estadísticas para formular políticas, evaluar programas y distribuir recursos. Por ejemplo, la distribución de fondos para la salud pública se basa en estadísticas sobre prevalencia de enfermedades y necesidades de la población. En medicina y salud pública, la estadística es fundamental para diseñar estudios clínicos, analizar datos de pacientes y evaluar la efectividad de tratamientos, así los ensayos clínicos utilizan estadísticas para determinar la eficacia y seguridad de nuevos medicamentos. Los investigadores en sociología, economía, psicología y otras disciplinas usan métodos estadísticos para estudiar comportamientos, tendencias y relaciones sociales. Por ello las encuestas de opinión pública emplean técnicas estadísticas para interpretar actitudes y preferencias de la población. La estadística es la base de muchos algoritmos de inteligencia artificial y aprendizaje automático, que dependen de grandes volúmenes de datos. Los sistemas de recomendación en plataformas como Netflix y Amazon utilizan análisis estadísticos para personalizar las recomendaciones de contenido. Con el aumento de la cantidad de datos disponibles, las técnicas estadísticas son esenciales para extraer información valiosa de grandes conjuntos de datos, por ello es necesario que las redes sociales analicen datos de usuario para detectar tendencias y medir el impacto de campañas publicitarias. Las técnicas estadísticas son utilizadas para el control de calidad y la mejora continua de procesos, de aquí que las empresas manufactureras emplean el control estadístico de procesos (SPC) para reducir la variabilidad y mejorar la calidad del producto. Las estadísticas se utilizan para evaluar el rendimiento académico de estudiantes, programas educativos y sistemas escolares. Esto como resultado de que las pruebas estandarizadas emplean análisis estadísticos para medir y comparar el rendimiento de los estudiantes a nivel nacional e internacional. En todas las disciplinas académicas, la estadística es una herramienta clave para el análisis y la interpretación de datos de investigación.

La estadística es una herramienta poderosa que permite transformar datos en conocimiento. Su importancia en la toma de decisiones informadas, la investigación y desarrollo, la tecnología, el control de calidad y la educación la convierten en una de las áreas del conocimiento más relevantes y dinámicas en el mundo actual. La capacidad para interpretar y aplicar estadísticas de manera efectiva es esencial para el progreso en casi todos los campos del conocimiento y la industria.

Existe una dimensión muy especial del analfabetismo. Esta es conocida por “anumerosidad” o analfabetismo numérico, se refiere a la falta de habilidades básicas en matemáticas y la incapacidad para comprender y utilizar conceptos numéricos en la vida cotidiana. Las personas con bajos niveles de habilidades matemáticas tienen menos oportunidades de acceder a empleos bien remunerados, lo que perpetúa la desigualdad y la pobreza. Las habilidades numéricas son fundamentales para muchos trabajos, y la falta de estas habilidades limita las oportunidades laborales. La anumerosidad afecta la capacidad de las personas para gestionar sus finanzas personales, lo que puede llevar a endeudamiento, falta de ahorro y decisiones financieras poco informadas. Esto incrementa la vulnerabilidad económica de los individuos y las familias. La comprensión de conceptos numéricos es crucial para tomar decisiones informadas sobre la salud, como entender dosificaciones de medicamentos, leer etiquetas nutricionales y seguir instrucciones médicas. La anumerosidad puede resultar en un manejo deficiente de la salud personal y familiar. La capacidad para interpretar datos estadísticos y gráficos es esencial para la participación cívica informada. La anumerosidad puede limitar la capacidad de los ciudadanos para comprender temas sociales, políticos y económicos, afectando su participación en la democracia. Una fuerza laboral con bajos niveles de habilidades numéricas es menos productiva y eficiente, lo que afecta negativamente el crecimiento económico. Las empresas enfrentan mayores costos de capacitación y menor competitividad.

El analfabetismo probabilístico, como caso especial de anumerosidad, se refiere a la falta de habilidades para comprender y utilizar conceptos relacionados con la probabilidad y el riesgo. En las sociedades democráticas, este tipo de analfabetismo tiene un impacto significativo y conlleva un alto costo social. Esto es así, pues las personas analfabetas en términos probabilísticos pueden tener dificultades para comprender riesgos y beneficios asociados con tratamientos médicos, vacunas y otros procedimientos de salud. Esto puede llevar a decisiones de salud mal informadas, como evitar vacunas o tratamientos necesarios. La comprensión de la probabilidad es crucial para la toma de decisiones financieras, como inversiones, seguros y planificación de jubilación. La falta de estas habilidades puede resultar en malas decisiones financieras, pérdida de ahorros y endeudamiento. Los ciudadanos necesitan comprender la probabilidad y el riesgo para evaluar políticas públicas, interpretaciones de datos y resultados de investigaciones. El analfabetismo probabilístico limita la capacidad de los ciudadanos para tomar decisiones informadas sobre temas sociales y políticos, lo que puede afectar la calidad de la democracia. Las personas con bajos niveles de alfabetización probabilística pueden tener percepciones distorsionadas del riesgo, lo que puede llevar a miedos irracionales o a la subestimación de peligros reales. Esto afecta su comportamiento y decisiones en la vida cotidiana, como en la conducción, el uso de productos de consumo y la seguridad personal. Los medios a menudo presentan información estadística y probabilística. La falta de habilidades para interpretar correctamente esta información puede llevar a la desinformación y a la manipulación de la opinión pública.

Un conocimiento básico del cálculo de probabilidades es esencial para que los ciudadanos puedan utilizar su razonamiento de manera efectiva y evitar ser engañados. Por ejemplo, comprender las probabilidades ayuda a los ciudadanos a tomar decisiones informadas sobre su salud; así al evaluar si deben vacunarse, las personas necesitan entender el riesgo relativo de efectos secundarios versus el beneficio de protección contra una enfermedad. Evaluar probabilidades puede ayudar a las personas a tomar decisiones más seguras en su vida diaria. Los medios a menudo presentan estadísticas sobre eventos y tendencias. Un conocimiento básico de probabilidades ayuda a los ciudadanos a interpretar correctamente esta información, pues comprender que una encuesta con un margen de error del 3% significa que los resultados podrían variar en ese rango. Conocer las probabilidades de ganar en juegos de azar puede ayudar a evitar expectativas irreales y pérdidas financieras, ya que entender que las probabilidades de ganar la lotería son extremadamente bajas sitúan en el campo de la realidad a las personas. Comprender las estadísticas y probabilidades detrás de las políticas públicas permite una evaluación crítica y racional de las propuestas políticas.

El conocimiento de probabilidades es fundamental para una ciudadanía informada y racional. Equipar a las personas con habilidades básicas en esta área les permite tomar decisiones más informadas, evitar engaños y evaluar críticamente la información que reciben en diversos aspectos de la vida. Promover la educación en probabilidades es esencial para el bienestar individual y colectivo en una sociedad democrática.

El precio social que se paga por este déficit de anumerosidad en general, y en particular probabilística, se traduce en costos de salud pública, como volvemos a repetir, pues muchas de las malas decisiones de salud basadas en una mala comprensión de la probabilidad pueden incrementar los costos de salud pública debido a enfermedades prevenibles y tratamientos innecesarios. También en el ámbito financiero, la falta de habilidades probabilísticas puede contribuir a crisis financieras personales y, en una escala mayor, a crisis económicas si una parte significativa de la población toma decisiones financieras pobres. La incapacidad para evaluar correctamente la información probabilística puede hacer a las personas más susceptibles a la desinformación y a la manipulación. Esto puede llevar a una mayor polarización y a la adopción de creencias infundadas. Los votantes que no comprenden la probabilidad pueden apoyar políticas basadas en creencias erróneas sobre el riesgo y el beneficio, lo que puede resultar en la implementación de políticas ineficaces o dañinas. La falta de comprensión de cómo se calculan y comunican los riesgos puede llevar a una desconfianza en las instituciones científicas y gubernamentales, lo que puede afectar negativamente la cooperación y el cumplimiento de las políticas públicas.

La relación entre la formación matemática y el comportamiento cognitivo de los adultos ha sido estudiada ampliamente. La falta de habilidades y comprensión en razonamiento y generalizaciones matemáticas puede llevar a conductas inseguras en el razonamiento adulto, afectando la capacidad para tomar decisiones informadas y asumir conclusiones con confianza.

El entrenamiento en geometría, por ejemplo, y habilidades deductivas tiene un impacto significativo en el desarrollo del razonamiento lógico y la capacidad para asumir conclusiones generales. Trabajos de Piaget e Inhelder (1967) han mostrado que el razonamiento geométrico está estrechamente vinculado con el desarrollo cognitivo general. El entrenamiento en geometría ayuda a los individuos a desarrollar estructuras cognitivas que facilitan el pensamiento lógico y la deducción. Un estudio de Nunes et al. (2007) encontró que los estudiantes con una formación sólida en geometría y habilidades deductivas muestran una mayor confianza en sus capacidades cognitivas y son más propensos a asumir sus conclusiones en diversos contextos, incluyendo situaciones académicas y prácticas. La capacidad para aplicar principios geométricos y deducir conclusiones generales es fundamental en campos como la ingeniería, la física y las matemáticas avanzadas. El entrenamiento en geometría prepara a los individuos para enfrentar y resolver problemas complejos con mayor seguridad y precisión.

La capacidad de razonamiento en adultos puede verse afectada por la falta de entrenamiento en ciertos campos específicos, como la geometría y la demostración de teoremas. La geometría, en particular, requiere una habilidad especial para entender y aplicar conceptos abstractos y estructuras lógicas. Cuando un adulto no ha desarrollado habilidades en razonamientos deductivos, puede sentirse inseguro al generalizar o aplicar principios matemáticos a nuevas situaciones. Esto se debe a que la habilidad para generalizar a partir de ejemplos específicos y demostrar teoremas depende de una comprensión profunda de los conceptos subyacentes y la práctica en su aplicación. La inseguridad en esta área puede ser mitigada con entrenamiento y práctica en la resolución de problemas y demostraciones geométricas, así como con el desarrollo de habilidades generales en pensamiento crítico y lógica.

Un Estado que no invierte en la formación matemática de su ciudadanía enfrenta serias consecuencias que afectan la calidad democrática y el bienestar general.

El analfabetismo probabilístico tiene profundas implicaciones para las sociedades democráticas. Abordar este problema requiere una educación mejorada en matemáticas y estadística desde una edad temprana, así como programas de alfabetización estadística para adultos. Mejorar la comprensión de la probabilidad y el riesgo entre los ciudadanos es crucial para tomar decisiones informadas, tanto a nivel personal como colectivo, y para fortalecer la calidad de la democracia y la cohesión social.

Invertir en la formación matemática de la ciudadanía no solo mejora la calidad de vida de los individuos, sino que también fortalece la democracia y la economía. Un electorado bien informado y capaz de interpretar datos y estadísticas está mejor equipado para tomar decisiones racionales y fundamentadas, resistir la manipulación y contribuir a una sociedad más justa y equitativa. Por lo tanto, la falta de inversión en educación matemática representa un costo significativo para el Estado en términos de cohesión social, calidad democrática y desarrollo económico.



 

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